jueves, 16 de febrero de 2012

Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática






Autor: Noam Chomsky.

Adaptación comentada: Yoyoba



1. La estrategia de la distracción.


El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.



Fútbol. Guiñoles de Canal + francés. Campañas de desprestigio de los nacionalismos patrios. Mourinho. La duquesa de Alba. La fiesta de los toros que está en peligro de extinción. La Roja...




2. Crear problemas y después ofrecer soluciones.


Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.


"Esto es un clásico. Se crea o se aprovecha cualquier incidente para tener la excusa que justifique una intervención programada. El incendio del Reichstag para ilegalizar y perseguir al partido comunista en la Alemania nazi. El ataque contra las Torres Gemelas para emprender guerras contra el Eje del Mal. Espolear la aparición de "Cojos manteca" en todas las protestas callejeras para aplaudir las cargas policiales contra la población. Realizar una "voladura controlada" de la economía estadounidense para descalabrar la de la zona euro...



3. La estrategia de la gradualidad.


Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.


Reegan y Thatcher se salieron con la suya. El capitalismo salvaje, recubierto de un seductor baño de libertad y aplicado en pequeñas dosis (como los jarabes infantiles con sabor a fresa) han surtido efecto. Cualquier escritor de novela negra lo sabe. El mejor crimen es áquel que se elabora pacientemente, administrando un poderoso veneno de manera gradual para alejar las sospechas. El estado del bienestar ha muerto de "muerte natural". Se necesita urgentemente un Hércules Poirot.



4. La estrategia de diferir.


Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.


La reforma laboral es dolorosa, pero necesaria. Los recortes sociales son impopulares, pero el bien de España está por encima de los intereses del partido. ¿Sigo?



5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad.


La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental.



¡Ay los chuchessss! ¡Ay, la niña de Rajoy...! ¡Ay el doberman de la derecha!




6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.


Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…


Recuerdo un video electoral del PP donde "explica" su programa de gobierno: "Si escuchas, si miras, si sientes, si crees, si amas, si eres. Si vas, llegas, camino, agua, viento, libre, tierra, fuego, fuerza. Enseñar, aprender, emprender, reir, sonreir, llorar, crear, soñar, inventar,pasión, ilusión, energía, retos nuevos, adelante. Si tú, si yo, equipo. Si ahora, Rajoy, presidente. Si quieres, conquistas, futuro, ideales, justicia, jóvenes, valores, empleo, vivienda, inmigración, cohesión, calles, ciudades, barrios, pueblos, culturas, lenguas, España. Partido Popular, preparados. Populares, ya. Hay equipo. Las imágenes son un compendio de "te gusta conducir" y "Andalucía te quiere". Y con esto, señores, han triunfado.


7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.


Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.


Esto es, emulando el modelo anglosajón de más tecnología y menos filosofía. El señor de los mercados necesita obreros eficientes pero sumisos, no pensadores críticos. Las reformas educativas hace tiempo que van preparando el terreno. De ahí la práctica desaparición de las humanidades de los programas curriculares y el fomento de las disciplinas exclusivamente técnicas.



8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.


Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…


Véase: Belén Esteban, "la princesa del pueblo". Véase Esperanza Aguirre, Ana Botella, Alfonso Rus...



9. Reforzar la autoculpabilidad.


Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!


"Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" "No estamos preparados para competir en un mercado global" "Nuestros salarios están por encima de nuestras habilidades"... Y nos lo hemos creído.



10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.


En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.



El la "blanca doble" de Internet. El juego macabro de una Red que nos protege, nos hace sentir libres, pero nos controla, nos controla, nos controla.

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